Las condiciones sanitarias en el Perú en general son buenas, en especial en las clínicas y hospitales de la capital y las principales ciudades.
Si bien es cierto que para viajar a Cusco no es necesario vacunarse contra la fiebre amarilla, si lo es si planea viajar a la selva, por lo que le recomendamos tomar las medidas de protección necesarias frente a las picaduras de mosquitos.
Una de las preocupaciones en materia de salud única en el Cusco es la altitud. Es una de las ciudades más altas del mundo, con una elevación de más de 3350 metros. Asegúrese de tomar con calma y fácil la primera vez que se llegue. Puede tomar un par de días para aclimatarse a la altitud, así que si usted lo intenta no se exija demasiado, tendrá dificultad para respirar y náuseas. Beber el mate de coca local ayuda enormemente. Las farmacias también venden pastillas, que pueden ayudarle para las dificultades para respirar.
La gran altura va acompañada de un sol intenso. Desde las 11,00 a las 14,00 la radiación del brillante cielo azul puede freírle en poco tiempo. Incluso si siente frío, gaste crema solar, gafas de sol y un sombrero para proteger su piel. Cuando viaje a cualquier lugar alrededor de Cusco, beba sólo agua embotellada. Lleve algunas con usted en todo momento para mantenerse hidratado. Para una enfermedad leve, hay farmacias en todo el Cusco. Si ocurre algo grave póngase en contacto con la Asistencia Médica de Turismo (TMA) centro, abierto 24 horas.
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